El principio


FORMACION DE INSTRUCTORES DE YOGA 

Día 1





21/03/16  Mariano me sugirió para el ejercicio de crónica, contara mi primer día en el instructorado. Primero pensé, que no iba a ser tan interesante. Ahora, después de la primer clase, siento que tengo mucho para contar. Ese sábado fui. Llegué en horario. Al entrar lo veo a Carlos, lo saludé con cariño y me preguntó por los nenes y por Juan.

Dejé mis cosas y entré en el salón. Para mi sorpresa, estaba lleno. Cada uno con su colchoneta, yo fui a buscar una.

Me senté y la profesora (no recuerdo su nombre) y Carlos se presentaron. Los alumnos nos presentamos y cada uno contó porqué estaba allí.

Todos practicaban Yoga. Todos sentían que querían profundizar. Búsqueda espiritual, alternativas. Yo me preguntaba, porqué estaba allí?. Decidí no decirlo. Sólo dije, que había ido a la USAL y había cursado con Carlos en otro lado que era mamá y trabajaba. Y que tenía este proyecto hace mucho esperando.

Habló Carlos de teoría. Y todo lo que dijo lo entendí. Eso me alegró. Entonces recordaba. Después tuvimos clase con la otra profesora. Ella no quiso que yo grabara la clase. Habló del origen del instituto. Habló de la materia. Que tenía teoría y práctica. Habló que era importante practicar todos los días. Yo pensaba, cómo?. Dos veces por semana con un maestro y teníamos que traer un certificado a fin de mes. Mi mente se fue con eso. Se quedó dando vueltas. Tratando de resolver la idea. Como una manzana. Sín saber por dónde morder. Seguí escuchando y cada tanto mi mente se iba con ese pensamiento. Y volvía. Hice el comienzo de la práctica así.

Me enganché. Me pude relajar. Sentí algunas pequeñas molestias (cuerpo oxidado). Finalicé la práctica. Salimos a comer. Muchas mujeres. Muchos fueron al local de al lado. Yo dudé. Ví un local de empanadas. Me compré una de jamón y queso. Me compré un agua en el kiosco. Me junté con los que comían en la puerta, comida orgánica. Me sentí fuera de todo. Ellos yóguicos y yo no. Se fueron. Subieron al curso. Ya casi era hora. Terminé y subí.

Arriba otra profesora. Fue práctica nada más. Después otra profesora. Voz baja. Teoría. Meditación. Me fui del lugar. Pensamientos miles. Todos al mismo tiempo. Y dejé de estar allí. Terminó la clase. Me vienen a buscar y sentí que yo estaba diferente. Lo miré a Joaquín. Lo miré a Juan. Lo sentí al ir a buscar a Paco. Todo fue mejor. Pero los pensamientos me siguen.

 



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